La sabiduría del Metaverso dice: "Quiero dejar el mundo mejor de lo que lo encontré". Esta frase me pareció bastante inspiradora, e imagino que cualquiera que busque su propósito estará de acuerdo conmigo. Perder la brújula es complicado y causa muchos malestares porque uno se siente perdido; una frase como ésta es una abstracción a la que uno puede aferrarse.
Durante más de un año, busqué mi propósito en mis actividades y mi trabajo. Desgraciadamente, tras una sucesión de fracasos y acumulación de frustración, me rendí. El impacto tendría que esperar, quizá en otra vida seria mas fácil.
Para cuando decidí que ya no me importaba (lo cual no era cierto), estaba ahogada en datos sobre bienestar y propósito. Decidí poner a prueba todos esos conocimientos mientras experimentaba con mis hábitos y rutinas. No quería alterar mi vida, así que empecé a revisar mi Hogar Interior y a explorar cómo integrar aspectos básicos de bienestar en un flujo cómodo. Conecté intencionadamente con todo mi ecosistema y aprendí mucho. En mi nueva experiencia de Hogar Interior, encontré mi brújula como por accidente. He aquí algunas reflexiones sobre todo mi proceso:
Perspectiva 1: Vocación Vs. Querer servir
Está en nuestra naturaleza querer ayudar a los demás, y yo, con mi crítico interior, me juzgué hasta que hice la distinción entre querer servir y tener vocación de servicio.
No todos tenemos la vocación de entregarnos a una causa transformadora. Mirando los 16 tipos de personalidad de Myers-Briggs, comprendí que servir está en el ADN de todos. Pero servir tiene muchos matices, por lo que fue esencial abandonar la necesidad de poner medidores y parámetros a mi definición de propósito al servir a los demás.
Insight 2: La trampa de mirar hacia fuera: nuestra felicidad imaginada
Seguí buscando formas de impactar, tratando de fluir hacia proyectos alineados con mis valores. Empecé a trabajar con las ideas del libro Design de vida : crea la vida que funciona para ti, escrito por Bill Burnett y Dave Evans, ambos profesores de diseño de la Universidad de Stanford, que dice que uno puede diseñar su vida haciendo ensayos.
Obstinadamente, imaginé que la vida me mostraría el camino e invertí mucho tiempo entre planificar-desarrollar proyectos con optimismo y luego, con pesimismo, frustrarlos y descarrilarlos. Cada tropiezo me desbarataba hasta agotar mi energía y mi capacidad de recuperación creativa.
¿Por qué no fluían las cosas en mi vida? ¿Por qué?
En un momento de honestidad, al repasar mis experiencias, me di cuenta de que todo lo que planeaba se derrumbaba por culpa de sutiles gestos de autosabotaje. Mientras trabajaba en ideas interesantes, movía hilos invisibles que frenaban mis posibilidades de éxito. El auto-sabotaje es un conflicto perverso entre nuestra mente y nuestras emociones, y tendemos a minimizarlo cuando ocurre.
Estaba perpleja: ¿Por qué nada de lo que hacía parecía real? ¿Cuál era la naturaleza del corazón a la que debía dar prioridad? El sentimiento no era de depresión, sino más bien de desorientación, como querer abrir un libro para leerlo y descubrir que contenía páginas en blanco.
En El poder del ahora, Eckhart Tolle dice: "Encuentras la paz no reorganizando las circunstancias de tu vida, sino dándote cuenta de quién eres en lo más profundo". Es un concepto complejo de entender. ¿Quien era yo en lo más profundo? Fue instintivo volver atrás y revisar algunos conceptos básicos. Encontré tres dimensiones en mi existencia y empecé a trabajar en torno a ellas:
My Historia, Momentos en el Presente & Hogar Inteior.
Insight 3: Volver a lo básico
Lo dejé todo cuando me di cuenta de que mi mente no podía con mi inexplicable auto-sabotaje. Una parte de mí no estaba integrada en mi realidad y no tenía ni idea de lo que era. Empecé a revisar mi día a día y a conectar conscientemente con mi Hogar Interior. Fue un reseteo mental que me permitió fluir hacia algo tangible.
En su libro El Poder de la Integridad, Martha Beck habla de la necesidad de aprender a discernir lo que es verdad sobre nosotros. "En el nivel más profundo, sabes lo que te hace feliz y cómo crear tu mejor vida posible. Ese conocimiento está codificado en tu propia naturaleza. Pero tu naturaleza choca constantemente con una fuerza que puede destrozarla: la cultura". Nuestro entorno nos llena de ideas falsas, nos provoca y nos distrae. El estímulo externo alimenta nuestra Historia. En esta dimensión, nuestra identidad funciona como una caparazón estructurada de opiniones y juicios que nada tienen que ver con nuestra esencia.
Identificar matices de verdad en nosotros mismos requiere educación y perseverancia para cuestionar nuestra identidad. Habitar mi Hogar Interior me permitió crear las condiciones para encontrar las grietas en el caparazón y revisar por qué mi vida no fluía.
Pasé meses re-conectando con cuerpo, corazón, mente y alma. Acabé revisando la arquitectura que me define, y he llegado a tener momentos en los que veo que existimos en una dimensión de amor y alegría al otro lado de la espesa niebla de lo que creemos que somos. Descubrí mi propósito; honrar lo que soy y liberarme, poco a poco, del peso innecesario que llevo en mi Historia.
Insight 4: ¡Fluir!
Dejé de buscar mi propósito cuando finalmente sentí que estaba haciendo lo correcto. En lugar de vacío, sentí paz. "Si haces bien lo de dentro, lo de fuera encajará. La realidad primaria está dentro; la secundaria, fuera", dice Tolle. Mi crecimiento vino de aprender sobre mi Hogar Interior (nunca fue una intención con el mundo exterior).
Aprender a encontrar lo que es verdadero en mí me ha llevado a comprender: puedo vivir y regularme no desde la mente, sino desde un estado de conciencia.
Al honrar mi Hogar interior, descubrí que mirando hacia dentro, resuelvo todo lo que no funciona en el exterior. El mundo no ha cambiado desde que empecé a mirar hacia dentro: mi trabajo, mi historia, mi vocación, mis amigos y mis circunstancias siguen siendo los mismos; lo que ha cambiado es que los vivo con más calma.
Conocernos a nosotros mismos tiene la magia de permitirnos servir a los demás mientras fluimos con coherencia. Tolle dice: "Ser una persona espiritual significa responsabilizarte de quién eres y de la energía que emites al mundo". El Hogar Interior es un enfoque para asumir la responsabilidad de quiénes somos.
Nota*
La sabiduría del bienestar en el metaverso nos inspira porque nos da la sensación de que evolucionar es fácil. Sin embargo, integrar el bienestar en nuestras vidas es un proceso que hay que vivir en nuestro cuerpo a lo largo del tiempo; requiere trabajo. ¿Cómo podemos integrar sin problemas las ideas de bienestar?
Mi próximo post describe paso a paso cómo diseñé y conecté con mi Hogar Interior. Me centré en hacerlo fácil; ¡ya estamos agotados! El cambio sólo se produce cuando lo deseamos, sin medidas ni parámetros, sino cuando se integra orgánicamente en nuestra realidad.
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